El motivo principal por el que me embarqué a leer esta novela es, básicamente, que me dejé llevar por la corriente del best seller, no lo voy a negar. Incluso yo sucumbo. Aunque también he de decir que parte de culpa la tuvo la curiosidad que me despertó el autor. Paolo Giordano es un chico de 27 años licenciado en física teórica y, “La soledad de los números primos”, es su primera novela. Me llamaba la atención, como una persona que, a priori es de números, de ciencia más que pura, se da a la escritura. El pensar en la ruptura de un cliché tan definido fue como un imán para mí.
Mattia y Alice, son los personajes de esta historia. Dos personas marcadas profundamente por episodios traumáticos acontecidos en su más tierna infancia. Mattia es un muchacho cuya inteligencia es muy superior a la media del resto de los mortales, que busca en las matemáticas, el refugio para huir de su vida. Por su parte, Alice, es una chica con un fuerte complejo con su cuerpo, amante de la fotografía.
En la novela, se narra la vida de ambos protagonistas en forma de episodios y en distintos momentos temporales (niñez, adolescencia, años universitarios, adultos), vida que en ninguno de los casos es fácil.
Mattia y Alice, dos polos opuestos (uno extremadamente racional, la otra con una dedicación más bohemia) que irremediablemente se atraen entre si, pero que nunca llegan a estar juntos del todo, de ahí el símil con los números primos gemelos (son números como el 11 y el 13, o el 17 y el 19, que permanecen próximos pero nunca llegan a tocarse).
Lo que no esperas es una presentación de los personajes en situaciones tan duras e impactantes, un punto de partida, que ambos casos es muy crudo. En el libro se tratan, además, temas como la anorexia y la autolesión, intentando profundizar en las causas que llevan a eso.
La prosa es rápida y ágil, haciendo que el lector tenga ganas de saber más acerca de los personajes, curiosidad que no siempre es satisfecha o, de hacerlo, en un grado muy bajo.
No puedo decir que no me gustase, mentiría si lo hiciera. Me ha gustado y mucho, no obstante, se echa de menos información entre los saltos temporales, que son muy amplios. Da la sensación de que el libro queda incompleto, lo acabas y lo primero que se te viene a la cabeza es “¿ya está?”. Dan ganas de rebuscar por si te has dejado algo sin leer. Siguiendo con los símiles matemáticos y físicos, que son una constante en el libro (algunos de ellos algo rebuscados), lo de este libro es algo así como en matemáticas lo de la condición necesaria y suficiente para el cumplimiento de un teorema: se sabe lo justo del pasado de los personajes para comprender mínimamente su presente, (lo necesario) pero no lo suficiente.
Mattia y Alice, son los personajes de esta historia. Dos personas marcadas profundamente por episodios traumáticos acontecidos en su más tierna infancia. Mattia es un muchacho cuya inteligencia es muy superior a la media del resto de los mortales, que busca en las matemáticas, el refugio para huir de su vida. Por su parte, Alice, es una chica con un fuerte complejo con su cuerpo, amante de la fotografía.
En la novela, se narra la vida de ambos protagonistas en forma de episodios y en distintos momentos temporales (niñez, adolescencia, años universitarios, adultos), vida que en ninguno de los casos es fácil.
Mattia y Alice, dos polos opuestos (uno extremadamente racional, la otra con una dedicación más bohemia) que irremediablemente se atraen entre si, pero que nunca llegan a estar juntos del todo, de ahí el símil con los números primos gemelos (son números como el 11 y el 13, o el 17 y el 19, que permanecen próximos pero nunca llegan a tocarse).
Lo que no esperas es una presentación de los personajes en situaciones tan duras e impactantes, un punto de partida, que ambos casos es muy crudo. En el libro se tratan, además, temas como la anorexia y la autolesión, intentando profundizar en las causas que llevan a eso.
La prosa es rápida y ágil, haciendo que el lector tenga ganas de saber más acerca de los personajes, curiosidad que no siempre es satisfecha o, de hacerlo, en un grado muy bajo.
No puedo decir que no me gustase, mentiría si lo hiciera. Me ha gustado y mucho, no obstante, se echa de menos información entre los saltos temporales, que son muy amplios. Da la sensación de que el libro queda incompleto, lo acabas y lo primero que se te viene a la cabeza es “¿ya está?”. Dan ganas de rebuscar por si te has dejado algo sin leer. Siguiendo con los símiles matemáticos y físicos, que son una constante en el libro (algunos de ellos algo rebuscados), lo de este libro es algo así como en matemáticas lo de la condición necesaria y suficiente para el cumplimiento de un teorema: se sabe lo justo del pasado de los personajes para comprender mínimamente su presente, (lo necesario) pero no lo suficiente.
7 comentarios:
Hummm he oído hablar muy bien del libro en cuestión pero creo que no llegaré a leerlo o sí, quien sabe. Soy la incertidumbre personificada querida "hermana".
Da gusto leerte vaya que si, aunque luego pienso la cantidad de tonterias que me da por escribir a mi jaja.
En fin prometo mejorar o no, o no se ;)
Un beso
Entre números primos y suicidas, "me se" acumula la faena, que dicen...
MUCHA SUERTE el lunes, en tu nueva andadura, tengo plena confianza en tí, pero por favor, tú no te confíes demasiado, poquito a poco, que puedes con ellos pero no el primer día, ni la primera semana ¿eh?
Un bico
Nur: hermanita, si lo lees ya sabes, me dices qué tal. Por cierto, que sepas que a mi me encanta tu blog y lo que escribes. Con ese estilo tan directo y dinámico que te gastas,parece que en lugar de escribir, estás hablando. ¿Has visto? te acabo de reseñar!!
1 beso.
Amanita: a mi también se me acumula el curro y ahora no voy a tener tanto tiempo, pero poco a poco. Muchas gracias por los ánimos, procuraré tomármelo con calma, que no queda bien pedir una baja por estrés laboral la primera semana.
Outro bico pra ti tamén!!
Es uno de esos libros que tengo pendiente sy al final casi siempre lo olvido..
Un beso!
Hermanita es que yo siempre he sido más de hablar que de escribir, muchas veces me faltan las palabras y tiendo a repetirme en exceso, pondré al lado del teclado el diccionario de sinonimos para enriquecer mi vocabulario.
Un beso
Comparto tu opinión... a mí del día en la nieve de la niña a lo siguiente me dio una rabia ATROZ que no me contaran nada más... y así en otras partes. Creo que es un libro bonito, cuyo problema es que ofrece mucho y da suficiente, pero te queda la sensación de que falta.
BlackBetty: no se por qué me daba que íbamos a coincidir en opinión y eso que no la conocía de antemano porque no había leído tu reseña. Es por estas pequeñas cosas, por las que cuando recomiedas tú un libro, se que a mi me va a gustar.
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Ya que has leído tendrás algo que decir, digo yo.