domingo, 30 de mayo de 2010

Motivation Songs: la lista


Una de mis lectoras y seguidora, Amanita, me pidió (varias veces además) que le pasase una lista con las canciones que me motivan especialmente. Pues aquí está, con una nueva imagen en forma de iPod colocadita en la barra derecha del blog. Sé que he tardado bastante, pero más vale tarde que nunca, que dice nuestro refranero.

Básicamente está constituida por esas canciones que siempre, siempre, siempre, consiguen subirme la moral y hacen que sea incapaz de quedarme quietecita en el sitio: tengo unas ganas irrefrenables de bailar, de correr más rápido etc. Lo que sea con tal de no estar sentada.

Estas canciones están en mi iPod, las tengo en diversos CDs y las pongo en todo tipo de situaciones de mi vida: ya sea por las mañanas mientras me arreglo, camino del trabajo (o de clase no hace tanto tiempo de esto), cuando salgo a correr, cuando voy en el coche (y no juega el Pontevedra, que sino me pongo la radio para seguirlo) o poniéndomelo mientras me ducho a toda pastilla cuando llego de la playa (no soy una irrespetuosa, suelo asegurarme de que estoy sola en casa en estas ocasiones).

Cada cuál tiene la suya y ésta que teneis aquí al lado, es la mía. Se admiten todo tipo de opiniones y comentarios.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Activa, pasiva y perifrástica style: cosmética básica.

Y tan básica, los potingues que puedo gastar yo son el A, B, C de la cosmética, me explico: hace como tres años la máxima sofisticación que había en mi vida relacionada con los productos de droguería no iba más allá del desodorante y la colonia que, por cierto, no era una propia, siempre usaba las que me regalaban. Nunca me han gustado este tipo de cosas por lo que el hecho de que yo los use es porque es lo mínimo e indispensable.

No lo vi venir, fue tan poco a poco que no me di cuenta que mis hábitos habían cambiado radicalmente. Pero el otro día, cuando estaba a punto de salir de casa para ir a trabajar, me miré al espejo y me dije a mi misma: “A golpe de miércoles vamos necesitando un corrector antiojeras”, a continuación giré la cabeza y mi mirada se posó en un estante concreto del baño y me di cuenta de cuánto había aumentado el espacio ocupado por cremas, geles y demás. Pero, sinceramente, todos los frascos tienen un porqué, yo os lo cuento y luego me decís que opináis:

- Gel de ducha: las razones son obvias, creo que no habrá ningún tipo de duda de que es algo absolutamente necesario. Eso sí, no me vale cualquiera. Ha de ser dermoprotector, que a lo largo del día se castiga mucho la piel y no olvidemos que es como la pintura de la carrocería de un coche: si está rayada y hecha un asco hace la misma función pero es más bonita cuando brilla.

- Desodorante: no hay nada que añadir, es algo totalmente imprescindible. Una vez más, no me vale cualquiera. A cada tipo de piel le va uno en particular y no todos huelen de la misma forma en cada persona. Hay algunos que al principio van bien, pero tras 8 horas parece que, en lugar de desodorante, lo que te has rociado es sudor directamente. Hay que buscar el que mejor se adapte a uno.

- Champú y suavizante: otra cosa en la que no escatimo. Reconozco que mi pelo no conoce las marcas blancas baratas, pero hay que tener en cuenta que tengo mucho, rizo y largo y esa combinación es peligrosa, queda muy bien si se cuida pero si no, parece que llevo rastas y, eso sí que no que nunca me han gustado.

- Gel fijador: también tiene una razón de peso el que lo use. Hay que evitar que se me encrespen los rizos que aquí en Galicia hay mucha humedad, el mejor aliado para que parezca que he metido los dedos en un enchufe. Este gel ayuda a que estén en su sitio y, a la vez, tienen que parecer lo más naturales posible y no que de la sensación de que llevo el pelo permanentemente mojado.

- Body milk: la razón es continuar con la labor del gel demoprotector y tener la piel hidratada y sana.

- Crema hidratante de noche: básicamente tiene la misma función que el bodymilk pero más específicamente para la cara.

- Crema hidratante con color: la culpable de que yo use esto es mi madre. Me pongo morena muy fácilmente, un día de playa y ya tengo color. Con dos estoy morena y tres estoy negra. Pero tan fácil como me viene, se va en cuanto estoy 15 días sin pisar la playa y, en invierno, me pongo blanca como la leche. Parece que no me ha dado el sol en años. Pues un buen día, mi madre me recibió en casa con esta perla y sin un “Hola” previo: “Hija, con esas ojeras y con lo blanca que estás pareces un cadáver” así, sin paños calientes. La solución fue empezar a echarme la crema esta de marras y, puestos en gastos, pues que de paso tenga un factor 25 de protección solar. Hay que prevenir melanomas, en primera instancia, y también el envejecimiento prematuro. Por cierto que, tras echármela la primera vez mi madre dijo que, por fin, tenía un aspecto saludable. Madre no hay más que una.

- Gel limpiador purificante: con el estrés me salen granitos y, cuando estoy concentrada sin darme cuenta me empiezo a tocar la cara. Cóctel explosivo para que mi parezca una ensaladilla rusa. Así que en épocas del año en las que estoy inquieta y nerviosa, cremita que te crió.

- Crema de manos: esto nunca lo usé hasta que vine para Ourense y con el frío mis manos parecían papel de lija primero, para luego cortarse a la altura de los nudillos y, finalmente, hacerme sangre. Por lo tanto, otra cosa más que es realmente necesaria.

- Cacao para los labios: por lo mismo que la crema de manos. Esto ya lo usaba de antes de venirme a Ourense, que con los cambios bruscos de temperatura (incluidos en verano cuando el aire acondicionado de los sitios está a tope), se me ponen fatal y acaban cortándose y pelando.

- Colonia de diario: pues sí, creo que tener un olor propio define a una persona. Eso no quita para que de vez en cuando me eche alguna otra, pero tengo una “de cabecera”.

Y a toda esta lista hay que añadirle la protección solar y el aftersun en verano y probablemente, en breves, el dichoso antiojeras. Como veis todo tiene un porqué, no son cosas de las que haga uso porque sí o “porque yo lo valga” ¿o no?

Ahora me hago una pregunta que os hago extensiva a modo de encuesta. NUNCA me maquillo, ni para salir. La única vez, fue para las fotos de la orla en la universidad y lo máximo que puedo hacerme algún día tonto que tenga es ponerme un poco de color en los labios (generalmente rosa muy clarito, sobretodo que se note lo menos posible) y pintarme la raya del ojo (esto último es rarísimo). Ahí va la pregunta: a la vista de mi progresión en el mundo de la cosmética, ¿cuánto creéis que voy a tardar en caer en el uso habitual de maquillaje? Se admiten apuestas.

domingo, 23 de mayo de 2010

¡Qué grande eres Pontevedra C. F., qué grande !


Llevábamos a Oviedo un resultado de 2-1, conseguido en nuestro estadio (Pasarón), llegamos con ganas de comernos a los asturianos, con ganas de seguir en este play-off de ascenso a segunda. Se puso todo en contra, al borde del descanso nos explusan a Santi Amaro. Nos reponemos y marcamos a las primeras de cambio en la segunda parte el extraordinario Igor de Souza. Pero el árbitro, que era uno más del Oviedo descaradamente, tenía otro regalito para nosotros: la expulsión de Orlando. El Pontevedra empezó a jugar con dos líneas de cuatro para aguantar el chaparrón porque todavía quedaba media hora.
A falta de 10 minutos, nos empatan. Peligro pues si meten otro fuerzan la prórroga y recordemos que estábamos con 9. Pero el Pontevedra sacó la garra, sacó la casta y sacó todo lo que tenía y no sólo no aguantó, sino que en el minuto 90 Igor metió otro gol. Los 5 minutos que prolongó el peor árbitro de la historia fueron un paseo triufal.

¡Aupa Pontevedra!

¿Y donde estaba una servidora durante todo el partido? Pues en el coche de camino a Ourense. ¡Qué mal lo pase! No me atreví a subir a casa y me quedé oyendo los últimos 10 minutos en el garage que, por cierto, está videovigilado por lo que el vigilante debió de flipar con mis paseos nerviosos y con mi grito y mis cien metros lisos cuando se pitó el final.
Seguimos en el play-off, a pesar del árbitro y a pesar de la leña del Oviedo que, por encima, tuvo mal perder.
Al Pontevedra no se le gana, al Pontevedra ¡Hai que roelo!

jueves, 20 de mayo de 2010

Crónica de una forastera en Ourense. Capítulo III: Relax Zen/Celta

El lunes, cuando disfrutaba de un paseo por la playa tras un bañito y teniendo ya la vista puesta en que tenía que volver a Ourense en algo más de una hora, me hice una pregunta a mi misma que hago extensiva a todos vosotros (espero que nadie se sienta ofendido): ¿la gente de interior a qué dedica su tiempo libre cuando hay 31 ºC? Porque claro, yo estoy acostumbrada a empezar a ir a la playa en mayo y acabar a mediados de octubre. Es más, en los meses de julio y agosto, estoy acostumbrada a cruzar la calle para ir a la playa. Se que en este momento, habrá gente que me odie y que si me tuviera delante, me retiraría el saludo, pero ¿qué quereis? uno no elige dónde nace o dónde se establecen sus padres, yo tuve mucha suerte. El caso es que me enfrento a mi primer verano en "la sartén de Galicia" (estos días estamos a treinta y pico grados) y sólo pudiendo ir a la playa los fines de semana. Me amarga profundamente conducir una hora a 40 y pico grados para estar dos horas, lo justo para darme un baño un paseito. Me estoy desviando bastante de lo que quería hablar pero bueno, ya que estoy, pedir a aquellos que seais de interior que me digais lo que haceis. Y no me vale ir a bañarse al río, porque no pongo mi piel en contacto con las aguas del Miño a su paso por Ourense, así me paguen por hacerlo.

Y dicho esto, vamos a lo que toca. Ayer miércoles, encontré una opción bastante viable. El plan consistió en salir de trabajar a las tres, ir a casa a por el coche, cambiarnos de ropa (fui con una amiga, una de las personas con las que suelo ver todas las pelis últimamente) e irnos a comer y pasar la tarde a las termas de Outariz.

Las citadas termas (las de la foto), son básicamente un balneario público al aire libre. Las hay gratis y de pago. Yo fui a éstas últimas.
El precio no es excesivo, son 4,95 euros por dos horas. Pero vamos, que yo no me dejo 25 euros semanales en esto, que si me aficiono empezaré a ir a las pozas gratis, aunque son bastante limitadas y, después de la experiencia de ayer, no se yo si me entusiasmarán un par de bañeras gigantes de agua caliente sin chorros y burbujas, como a las que yo fui.

Bueno, llegamos y lo primero que hicimos fue comer. Lo que no recomiendo es hacerlo allí, nosostras fuimos de pringadillas y la relación calidad-precio por un cochino sandwich y un agua no fue para tirar cohetes por decirlo de una forma fina. Además, como el lunes fue festivo , van y nos dicen que no les quedaba lechuga y no se qué más gaitas por lo que imaginaros como era el ágape y, por encima de no estar completo, no nos hicieron precio ni nada. Que sepais, por si a alguien le interesa, que también hay ensaladas y creo que menú del día.

Vamos ya a lo interesante. Hay dos circuitos termales, el zen y el celta, en los que se va combinando pozas de agua caliente templada y fría, sauna templada... Personalmente, me quedo con el celta, hay menos piscinas que recorrer pero son con burbujas y chorros que te golpean en la espalda y dejan a una como nueva. Lo que sí, la próxima vez que vaya, me centraré en único circuito y el resto del tiempo lo emplearé en tomar el sol, que por cierto, también hay tumbonas. Ayer, por querer hacer los dos, acabamos con el tiempo pegado al culo y ,si te pasas de las dos horas, te cobran otra entrada. Que sepais también, que los fines de semana abren por la noche y las vistas son impresionantes.

Resumiendo, me lo pasé pipa de charleta mientras hacíamos el recorrido. Hay carteles por todos lados pidiendo silencio para poder relajarte como Dios manda, pero lo que mola es estar comentando la jugada con alguien o, simplemente, cotillear y marujear. Desde luego que allí la peña pasaba ampliamente de lo del silencio, que quede bien claro que no fuimos las únicas "irrespetuosas" con el ambiente zen. Lo recomiendo a todo aquel que vaya de visita a Ourense. Es una gozada y la relajación de todos y cada uno de los músculos del cuerpo es total y absoluta.

Una última recomendación. Cuando os den el papelito con las normas (menudo ladrillo, yo básicamente hice que lo leía pero me cansé enseguida y, por encima, no tenía las gafas puestas), procurad no reiros de alguna de ellas. Conteneros en la medida de lo posible. Os miran mal si lo haceis. Lo experimenté en carne propia y ni siquiera fue una carcajada a mandíbula batiente, fue una media sonrisa con un pequeño suspiro. Bueno , para ser sincera, también señalé el papel y comenté algo por lo bajo, (o no tan bajo por lo visto) con mi amiga. El que avisa no es traidor. Aunque, para ser justos, aún nos lo pasamos bien a costa de la normas y prohibiciones de marras, nos estuvimos cachondeando de algunas las dos horas de circuito.



martes, 18 de mayo de 2010

"Uno, dos, tres" de Billy Wilder (1961)

Antes de nada: No, no estoy heciendo una sección semanal dedicada a Billy Wilder aunque, visto lo visto, bien podría. Parece que últimamente no veo nada que no haya dirigido él, y la verdad es que no me quejo. Es más, me reprocho a mi misma el no haberme empapado de su cine hasta ahora. Definitivamente, a mi vida le faltaba algo.

Esta película fue la segunda que se proyectó en el más que nombrado, ciclo de cine clásico de Ourense. En su día, me fue imposible ir a verla, pero el error ya está enmendado desde ayer por la noche.

La película, basada en una obra teatral del mismo nombre cuyo autor es Ferenc Molnár, está ambientada en el Berlín de la Guerra Fría. El señor McNamara (James Cagney), es un alto ejecutivo de la compañía Coca-Cola que está destinado en Berlín. Para congratularse con su jefe y conseguir un traslado a Londres, acepta hacerse cargo de su hija Scarlett durante dos semanas. Además de que resulta ser un periodo de tiempo mayor, la chiquilla se escapa y se casa con un comunista, un berlinés del otro lado del muro. ¡Oh, menuda contrariedad! A partir de ahí, y ante una visita de los padres de la muchacha, se suceden toda clase de aventuras y desventuras para intentar arreglar el desaguisado y no perder, así, el tan ansiado traslado.

Estamos ante toda una sátira política rápida, locuaz, irreverente, irónica con unos diálogos a velocidad trepidante, en la que se destila comicidad desde el primer momento hasta el último. El mensaje está claro: la contraposición capitalismo/comunismo reflejado en el contraste de caracteres que representan el hábil y manipulador jefe de ventas de Coca-Cola frente al tozudo y poco lúcido joven comunista de nombre Otto.

¿Qué puedo decir? que es una auténtica OBRA MAESTRA. Realmente merece la pena, aunque sólo sea por la permanente sonrisa que decora la cara del espectador a lo largo de toda la película. No se puede pasar por la vida sin pararse 108 minutos para verla.

lunes, 17 de mayo de 2010

17 de maio, Día das Letras Galegas

Hoy, es festivo en Galicia. ¿El motivo? es el Día de las Letras Gallegas, por lo que permitidme que el título del post, lo escriba en gallego. Creo que no habrá problemas con la traducción.

Cada 17 de mayo, desde el año 1963, se rinde homenaje a una figura significativa de la literatura gallega. Hay una condición imprescindible que debe cumplir el escritor en cuestión (además de estar muerto, claro está): necesariamente tuvo que publicar en gallego. Este año, el elegido ha sido el poeta Uxío Novoneyra. Aunque muy merecido, supongo que Don Uxío, allí donde esté, me permitirá que pase por alto su biografía y bibliografía, para que me centre en el significado en sí de este día.

Como ya adelanté, el 20 de marzo 1963, tres mienbros de la Real Academia Galega, Xesús Ferro Couselo (homenajeado en 1996), Manuel Gómez Román y Francisco Fernández del Riego, propusieron que el 17 de mayo como Día das Letras Galegas. La academia lo aprobó por unanimidad.

Ese año 1963, además, se cumplía el centenario de la publicación de "Cantares Galegos", poemario de Rosalía de Castro. Este es el motivo de que se escogiese esta fecha: coincide con la de la publicación del archiconocido libro, que fue el primero publicado en lengua gallega con una relevancia que iba más allá de nuestras fronteras. Supongo que a estas alturas de la explicación, a nadie le extrañará cuando diga que la primera homenajeda fue ella.


Aquí se estudia en literatura gallega, pero para aquellos lectores de este blog que no son de mi tierra, decirles que Rosalía de Castro está enmarcada en un reducido grupo de tres escritores: ella misma, Eduardo Pondal (autor de la letra del himno gallego) y Manuel Curros Enríquez, denominados "los precursores". Son llamados así, porque fueron los que pusieron de nuevo en órbita la literatura gallega, con permiso de Frei Martín Sarmiento, el Padre Feijoo y Xoan Manuel Pintos que fueron anteriores. Pero ellos, aunque hicieron mucho por nuestras letras, escribieron en castellano y no en gallego. Antes, hubo tres siglos (XVI, XVII y XVIII), denominados os Séculos Escuros (Siglos oscuros), en los que el gallego estuvo totalmente ausente de los usos escritos.

¿No resulta curioso que habiendo otros dos escritores hombres en el mismo grupo, sea una mujer la que tenga más relevancia? Es más, a aquellos que no sois aquí, si os dicen que nombreis a un escritor gallego, creo que no me equivoco si digo que prácticamente todos citareis a Rosalía. Y los que somos de aquí también, para qué nos vamos a engañar. Creo que como mujer, como gallega y como lectora voraz (tanto en gallego como en castellano), es un hecho que debo destacar.

Y nada más, ¡Feliz día de las letras gallegas a todos!

P. D. En mi caso, no hubo puente. Hubo acueducto en toda regla, que el viernes fue el día de la empresa. Como diría mi tío: "para vivir así é mellor non morrer nunca" (Traducción por si las moscas: "Para vivir así, es mejor no morir nunca")


miércoles, 12 de mayo de 2010

"Testigo de cargo" de Billy Wilder (1957)


El pasado lunes, fui otra vez al ciclo de cine clásico que se está celebrando en Ourense, la peli que se proyectaba en esta ocasión era "Testigo de cargo" dirigida por el maestro Billy Wilder y basada en una novela de Agatha Christie.

Antes de hablar de la película propiamente dicha, voy a responder a dos posibles cuestiones que se les pueden plantear a los lectores más fieles de este blog:

1) No me volví a encontrar con la espectadora plasta de la otra vez, es más, para asegurar me senté de tal modo que tenía la pared a la izquierda y a la derecha a una de las personas del grupo que fuimos juntos.

2) Esta vez sí se sorteó el vale para el centro de peluquería y estética, pero no el famoso duende de la otra vez (gracias a Dios). Apuntar a mayores que el vale de la pelu le tocó a uno de nosotros, un chico al que llamaremos J. C.
Y, ahora sí, vamos a lo positivo de la cuestión, la mejor forma de resumir de qué va, es decir que es la clásica película de abogados.

Nos encontramos en Inglaterra en el año 1952, la acción comienza en el despacho del abogado Sir Wilfred Robards (Charles Laugton), un tipo caracterizado por tener un humor de perros acentuado por el hecho de que se ve obligado, por motivos de salud, a dejar el tabaco, el alcohol y a relajarse en el trabajo. No obstante, se hace caso del caso de Leonard Volen (Tyrone Power), acusado de asesinar a una adinerada viuda, la señora French, con la que mantenía una relación un tanto peculiar. El caso no pinta nada bien ya que, a priori, Volen lo tiene todo en contra. Y por si esto no fuera suficiente, la dificultad es todavía mayor, ya que la mujer del acusado Christine (Marlene Dietrich), no quiere testificar en favor de su marido. El grueso de la película es el transcurso del juicio.

Calificada por el propio Wilder como "su película hitchcockiana", en ella se mezclan a partes iguales intriga y comedia. Entretenida, impredecible, graciosa, rápida... me quedo sin calificativos para defirnirla. Inmenso Charles Laugton, en su papel de abogado gruñón al que no se le escapa ningún detalle y domina como nadie el proceso judicial.

Fui, porque me la recomendaron dos compañeros de trabajo y no me arrepentí. Como muestra de lo grande que es esta película, desde que estaba en el colegio no vi que se aplaudiese al aparecer los títulos de crédito. El lunes, se apludió.

No aporto nada nuevo a la historia del cine al decir que Billy Wilder es un auténtico genio, es algo que ya sabíamos todos. Me limitaré a parafrasear a Fernando Trueba en su discurso de agradecimiento al recibir el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por Belle Epoque, allá por 1993: "Yo no creo en Dios, pero creo en Billy Wilder"





domingo, 9 de mayo de 2010

Activa, pasiva y perifrastica style: la depiladora Braun Silk- epil Xpressive 7

Hace como cosa de un mes, me di de alta en Bloguzz, ya sabeis, esa página en la que los bloggers colaboran con las marcas, probando sus productos y narrando su experiencia con ellos. El viernes cuando llegué a pasar el fin de semana a Pontevedra me estaba esperando mi primer "regalito" por cortesía de Braun: la depiladora Braun Silk- epil Xpressive 7.

Antes de contaros cómo fue mi muy satisfactorio primer contacto (nunca mejor dicho) con ella, dejadme que os cuente un par de cosillas para poneros en antecedentes.

En primer lugar, decir que mi umbral del dolor es bastante más bajo de lo habitual, además de que le tengo un pánico terrible. Sí, lo confieso. Debajo de este cuerpo de altura considerable se esconde una persona que, se magulla como un melocotón por cualquier golpecito de nada (pero unos negrones que parece que me han dado una paliza), estoy convencida de que para lo que la gente normal es un leve run-run en la cabeza, para mí es una migraña en toda regla, cada vez que me vacuno de algo o me sacan sangre, monto unos guirigays impresionantes porque juro que me duele muchísimo cuando me clavan la aguja y así un larga lista de etcéteras. Mi querida hermana lleva años diciendo que, si algún día doy a luz, quiere estar presente en el paritorio como experimento sociológico, que será un espectáculo verme en ese estado.
Que quede bien claro que no soy una quejica, eso sí que no. Digmos que estas cosas las sufro en silencio, pero las sufro. Yo tengo la teoría de que como es rarísimo que me ponga enferma o que me duela algo (toco madera), mi cuerpo no está acostumbrado y claro, luego cuando me veo en estas situaciones no las llevo nada bien.

Como os imaginareis, depilarme no entra en el Top 10 de mis cosas favoritas por hacer. Lo paso un poquito mal pero es algo muy necesario en otoño, primavera e invierno (uso siempre pantalón corto de deporte en el gimnasio) y totalmente imprescindible en verano por razones obvias. Hago mío el dicho de "para presumir hay que sufrir".
Siempre he sido más de cera que de depilarora eléctrica, me daba la sensación de que la banda de cera es un segundo y con la depiladora el dolor es más continuado, era oir el ruidito y descartar la opción inmediatamente, paranoias mías, lo se. El caso es que cuando vi la promo en Bloguzz, dejé el siguiente mensaje al darme de alta: "Probaré cualquier cosa que me permita depilarme sin dolor". Me seleccionaron y me mandaron la que es sin duda mi nuevo sistema de depilación de cabecera.
Además de la depiladora en sí, en la caja vienen muchos complementos: sistema de masaje de alta frecuencia, cabezal de depilación de raíz, cabezal para zonas sensibles, cabezal de precisión, tiene una luz que ilumina la piel y permite que veas bien si te queda algún pelillo por ahí , un cabezal para rasurar y adaptar el largo del vello para que la depilación sea óptima, un pack de frío para insensibilizar la piel si te depilas en seco , y, por si fuera esto poco, te permite depilarte bajo la ducha lo que para mi tiene tres grandes ventajas:

1) Ahorras tiempo, te depilas al tiempo que te duchas, aunque tardes un poquito más en ducharte, a la larga se ahorra tiempo.
2) El agua de la ducha ayuda a aliviar el posible dolor.
3) Para limpiar los pelos no hace falta más que pasar un agua a la bañera y pista. Se ahorra todavía más tiempo, algo fundamental para mi que ando siempre a cien por hora.

Supongo que querreis saber qué tal me fuen con ella. Reconozco que dudé, que la estuve mirando unos segundos (o minutos) antes de ponerla en marcha. Finalmente me atreví y he de decir que no me depilaré con nada que no sea esta máquina, ¡NO DUELE!. ¡Bye, bye cera! Y creo que, después de la confesión inicial, no hace falta decir nada más. Sin lugar a dudas, la recomiendo.

martes, 4 de mayo de 2010

Situaciones absurdas de mi vida cotidiana III: el cine

En Ourense, en estas últimas semanas, está habiendo un ciclo de cine clásico cuya entrada es gratuita hasta completar aforo. Además de la pali en sí, antes y después de la misma hay una charla coloquio a cargo del actor ourensano Abelardo Pérez Gabriel. A nivel nacional ha hecho alguna cosilla (juraría que salió en "Al Salir de Clase" o "Nada es para siempre", aunque no estoy segura de en cuál), pero a nivel gallego es realmente conocido debido a su participación en varias series de éxito de la Televisión de Galicia.
Hasta ayer no había podido ir, ahora bien, me resarcí porque fui nada más y nada menos que trtrtrtrtrtrtrtrtrtrt psssss (eso pretendía ser un redoble de tambores con platillos finales incluídos): PSICOSIS (¡yuju!). Una amiga y yo llevábamos esperándolo y comentándolo desde hacía semanas, así que casi dos horas antes de que empezase ya estábamos de primeritas en la taquilla para conseguir las entradas.

Bueno, situémonos. Ya tenemos las entradas y ya estamos dentro del cine, a la derecha tengo a mi amiga y a la izquierda a una señora que podría ser mi madre o más mayor que va acompañada de tres amigos más y una bolsa de pipas de tamaño industrial (no sabría decir qué abultaba más si los amiguitos o la susodicha bolsa de pipas). Según íbamos entrando en el cine, se nos hacía entrega de unas papeletas poque se iban a hacer dos sorteos, uno era para un vale en una peluquería-centro de estética y otro para la figurita de un duende, bastante feo dicho sea de paso (mi amiga y yo queríamos que no nos tocase el duende bajo ningún concepto).
Se realiza el sorteo y la señora de al lado se indignó toda porque a ella no le habían dado la rifa para el duende. Era imposible que no se la diesen a no ser que se despistase y se saliese en algún momento de la fila, oséase, que la culpa mayormente fue de ella. Pues la tipa empezó a decir a voz en grito que se sentía discriminada porque no tenia la misma oportunidad que los demás para ganar el dichoso duende. No contenta con declamarlo a los cuatro vientos, empezó a dirigirse directamente a una servidora que, intentado ser educada, no le dijo lo que realmente pensaba: "Señora, la culpa es suya, si esperase pacientemente en la fila como los demás....", eso por un lado, por otro estaba pensando: "Y a mi qué me cuenta, señora. ¿Acaso tengo cara de psicóloga o de alguien a quién le importe?". Cuando ya era la tercera vez que me lo repetía, y la vena del cuello se me estaba hinchando, le dije en el fondo tenía suerte, que el duende era horrible y que no se preocupase que si me tocaba se lo regalaba encantada, es más, el favor me lo haría ella a mi.

Antes de empezar la peli, se pasó publicidad de todos los patrocinadores del evento. Pues la mujer empezó a decirme que menuda mierda, que así la peli en lugar de a las 20:00 empezaría a las 20:30 que menudo coñazo etc etc etc. Amablemente, le dije que si el espectador no pagaba entrada era por algo, que nadie daba duros a cuatro pesetas y mucho menos en tiempos de crisis. Pues la tipa erre que erre que no había derecho, que menuda pérdida de tiempo. Y yo aguantando el tipo y cantando una canción mental porque lo que me pedía el cuerpo era explicarle a gritos cómo funciona eso de los sponsor y que si ella estaba a punto de disfrutar de una de las joyas cinematográficas de toda la historia del cine en pantalla grande, y por la jeta, era básicamente, porque los dueños de los negocios de los que estábamos viendo los anuncios habían puesto pasta previamente. Y también quería gritarle que justo al otro lado, tenía gente que la conocía y a la que podía hacerle estos comentarios sin necesidad de molestar a los demás, que total no nos íbamos a ver nunca más en la vida (ni ganas).

Desde luego la peña es la leche. El cine es caro y, además, te arriesgas a ver un bodrio y gastarte las pelas en balde. En este caso, se va gratis y sabes a ciencia cierta que te va a gustar la película y que vas a pasar un muy buen rato, porque se trata de un clásico de unos de los maestros de la gran pantalla. Y, aún así, siempre hay alguien que tiene un "pero" o una queja. y lo más importante, ese alguien tiene que hacer partícipe a la concurrencia de su malestar. De verdad, esta gente ¿qué mas quiere?

Lo positivo de todo este asunto fue la peli, ¿qué digo peli? PELICULÓN, con mayúsculas y todo y no hay más que decir sobre ella, simplemente uno no puede morirse sin verla.

Nota: Lo de a continuación, es una disculpa pública en toda regla. Además de la amiga de la que hablo, había alguien más con nosotras en el cine, sentado a la derecha de la la amiga en cuestión y al que no menciono. Y eso que le debo el que en una ocasión me quitase el dolor de una mano accidentada, además rapidísimamente. No se que pulsó o dejó de pulsar pero cuando me di cuenta el dolor ya no estaba.
En mi defensa, diré que ante la duda de si le importaría o no que le mencionase vía blog, pues preferí curarme en salud.
De todos modos, estoy prácticamente segura de que volvereis a leer sobre él, es rara la peli que no voy a ver (tanto en cine como en su casa) con ellos. Tendré que pensar en unos psudónimos chulos aunque creo que lo mejor será consultarlo con ellos.