jueves, 10 de diciembre de 2009

Se regala Novel

Hoy, en Oslo, le han dado el Premio Novel de la paz a Obama. En su elección, derrotó a rivales como Piedad Córdoba, una senadora colombiana mediadora con las FARC, Morgan Tsvangirai, primer ministro zimbabwense, un hombre que derrocó al dictador Robert Mugalu tras meses de negociaciones. Por poner algunos ejemplos, más que nada.

Por lo visto, los organizadores creyeron conveniente premiar “su visión de un mundo libre de armas nucleares”, vamos que le han otorgado el galardón basándose en lo que puede hacer a lo largo de los próximos cuatro años (ocho, si es reelegido), en lugar de hacerlo por hechos ya consumados, como se venía haciendo hasta ahora y, como nunca debió de dejarse de hacer. Es que si se piensa, este tío ha hecho tantos méritos para ganar un Novel como yo, y a mi la pasta me vendría bastante mejor que a él. Yo también creo en un mundo futuro sin armas nucleares, lo que pasa es que yo no tengo la oportunidad de decirlo por la tele a escala mundial y no soy la primera presidenta negra de Estados Unidos. ¿Discriminación positiva? Pudiera ser, no se puede decir con certeza pero la verdad es que el tema desprende un tufillo sospechoso.

El caso es que el paisano se planta en Oslo en medio de un despliegue de medios impresionante para recoger el premio, una semana después de anunciar el envío de más tropas estadounidenses a Afganistán. El muchacho, que de tonto no tiene ni un pelo, y es consciente que la distinción es inmerecida (y bastante), tiene el marrón de plantarse delante de un montón de gente importante con cientos de cámaras enfocándole y pendientes de cada gesto suyo, y leer un discurso de agradecimiento sabiendo que se lleva el gato al agua siendo presidente de una nación que, en la actualidad, mantiene dos guerras abiertas. ¿Qué hace ante esta situación? Pues echarle un par y decir que la guerra a veces está justificada. Que están en dos guerras, pero que la de Irak está a puntito de acabar y que la de Afganistán no la buscaron ellos, los talibanes provocaron con el 11-S, y ellos respondieron. Y, claro, como el premio era el Novel de la Paz pues para no salirnos del contexto acabamos diciendo que a veces una guerra es necesaria para alcanzar la paz.

¿Tiene razón el amigo Barack? En mi opinión toda, estoy totalmente de acuerdo con él (sin ironías ni sarcasmo, de verdad), ahora bien ¿Es apropiado decir eso cuando el motivo del premio es la Paz osea, la ausencia de guerra? NO ¿La madre Teresa de Calcuta o Gandhi habrían dicho algo parecido? NO, DE NINGUNA MANERA. Y esta es la diferencia básica y primordial por la que ellos se merecen el Premio Novel de la paz y Obama y yo, no. Lo curioso es que Gandhi nunca lo ganó y eso que estuvo nominado cinco veces. ¡Qué injusta es la vida!
Lo que a mi me parece la vuelta de tuerca definitiva, es que uno de los competidores es un tío que derrocó a un dictador y consiguió ser primer ministro de su país sin necesidad de un golpe de estado con acción militar, lo hizo con negociación ¡ahí es nada! Si en los tiempos de violencia que corren, eso no es mérito suficiente para que se lo den a él, que baje Dios y lo vea.


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola guapa mira que casualidad has escogido un cuadro del noruego Munk , un besito y sigue escribiendo
MEML desde Noruega

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Ya que has leído tendrás algo que decir, digo yo.