martes, 18 de mayo de 2010

"Uno, dos, tres" de Billy Wilder (1961)

Antes de nada: No, no estoy heciendo una sección semanal dedicada a Billy Wilder aunque, visto lo visto, bien podría. Parece que últimamente no veo nada que no haya dirigido él, y la verdad es que no me quejo. Es más, me reprocho a mi misma el no haberme empapado de su cine hasta ahora. Definitivamente, a mi vida le faltaba algo.

Esta película fue la segunda que se proyectó en el más que nombrado, ciclo de cine clásico de Ourense. En su día, me fue imposible ir a verla, pero el error ya está enmendado desde ayer por la noche.

La película, basada en una obra teatral del mismo nombre cuyo autor es Ferenc Molnár, está ambientada en el Berlín de la Guerra Fría. El señor McNamara (James Cagney), es un alto ejecutivo de la compañía Coca-Cola que está destinado en Berlín. Para congratularse con su jefe y conseguir un traslado a Londres, acepta hacerse cargo de su hija Scarlett durante dos semanas. Además de que resulta ser un periodo de tiempo mayor, la chiquilla se escapa y se casa con un comunista, un berlinés del otro lado del muro. ¡Oh, menuda contrariedad! A partir de ahí, y ante una visita de los padres de la muchacha, se suceden toda clase de aventuras y desventuras para intentar arreglar el desaguisado y no perder, así, el tan ansiado traslado.

Estamos ante toda una sátira política rápida, locuaz, irreverente, irónica con unos diálogos a velocidad trepidante, en la que se destila comicidad desde el primer momento hasta el último. El mensaje está claro: la contraposición capitalismo/comunismo reflejado en el contraste de caracteres que representan el hábil y manipulador jefe de ventas de Coca-Cola frente al tozudo y poco lúcido joven comunista de nombre Otto.

¿Qué puedo decir? que es una auténtica OBRA MAESTRA. Realmente merece la pena, aunque sólo sea por la permanente sonrisa que decora la cara del espectador a lo largo de toda la película. No se puede pasar por la vida sin pararse 108 minutos para verla.

5 comentarios:

Mi bici y yo dijo...

¿A que no exageré al decirte que era buena, sobri? Yo he visto varias veces la peli y una la obra de teatro y me gusta mucho, pero más todavía si cabe "Irma la Dulce".

El ambiente de la noche parisina, Jack Lemon y Shirley McLaine, el guión disparatado y trepidante; la he visto bastantes veces y en algunos momentos no puedo mirar, porque como sé lo que va a pasar me pongo nerviosa.

NO TE LA PIERDAS, la tienen seguro en las videotecas de las biblios municipales

Besos

María_MC dijo...

Tita: tomo nota que seguro que me gusta. Aún lo comentaba hoy, el cine actual es una porquería en comparación con el clásico, es que todo son copias mal hechas de cosas que ya había. Últimamente no hago más que ver pelis clásicas, tanto en el ciclo como en casa, con estos amigos. Son todas buenísimas, es que no tengo queja de ninguna. Lo dicho, tomo buena nota de tu nueva sugerencia. 1 besiño tita

Mi bici y yo dijo...

También se haría cine malo por aquellas, pero el que ha perdurado es el bueno, antes se hacían las cosas con más tiempo, dedicación y cariño, eso sí.

Españolas también hubo muy buenas: "El Pisito", "Bienvenido Mr. Marshall", "Plácido" y demás de Berlanga con Pepe Isbert&Cia

Y de ahora también hay buenas, otro día hablamos de las actuales, pero estoy contigo, el clásico bueno no decepciona, directores como Billy Wilder, Los Hermanos Marx o Chaplin ya no hay

Besos sobri

Nebulina dijo...

Me la apunto..algún día tendré suerte imagino :)
Un beso!

María_MC dijo...

Tita: gracias por las sugerencias, las tendremos en cuenta. Y lo digo en plural que ya tenemos una especie de Cineclub a pequeña escala de cine clásico. Besos Tita.

Nebulina: haces bien en anotártela. Desde luego que para mi supuso un antes y un después en mi vida como espectadora cinematográfica. Otro beso para ti.

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