martes, 9 de febrero de 2010

Crónica de una forastera en Orense. Capítulo II: ¡Dios! qué frío hace en esta ciudad



Dicen que el frío es psicológico. Y una mierda psicológico. Si así fuera, yo desde luego que no lo sentiría, porque mira que me he intentado mentalizar desde que supe que tenía que venir para aquí, he invocado el pensamiento positivo e incluso para creérmelo más, he estado a punto de ir a trabajar en camiseta de tiras, pero nada. Tengo frío y no hay vuelta de hoja. A lo que si he llegado es a la conclusión de que tener una sensación térmica baja, probablemente mezclado con estar recién levantada, hace que tenga pensamientos.... un tanto peculiares, vamos a decir. Delirios no, pero andamos ahí, ahí.
Como se dice en el libro "Alicia en el país de las maravillas", empecemos por el principio y acabemos por el final.

Suena el despertador, saco la mano de debajo de las mantas (para ser concreto, sábanas, manta, edredón, otra manta doblada a la mitad y otra mánta fina más) para apagarlo y ya noto desde el minuto uno de la jornada que estoy en Ourense. Me siento unos segundos para intentar espabilarme y no caerme redonda al ponerme de pie, y mis ojos se dirigen a mis pies, los cuales están cubiertos por las pantuflas a juego con el pijama. Entoces mi mente retrocede al momento en el que fui a Valença do Minho, Portugal, y me compré la susodicha prenda. Allí, recuerdo que pensé: "Estos portugueses desde luego qué faltos de glamour están, dormir con calcetines. Habráse visto". Faltos de glamour no, prácticos, visionarios voy a ir más allá y decir que son genios. Claro, yo vivía muy cómoda en las Rías Bajas con ese clima oceánico, suave y agradable donde los haya, allí era fácil reírse de las ocurrencias de los habitantes del país vecino. No me había parado a pensar en lo afortunada que era climatológicamente hablando, ahora lo aprecio.
Me calzo mis zapatillas de andar por casa (con borreguillo por dentro), salgo al pasillo y me dirijo al baño, por el camino voy pensando que no me ducho, que lo hice ayer en el gimnasio. Con desodorante me apaño, ni de coña me desnudo yo ahora y espero pacientemente a que se regule el agua caliente. Afortunadamente el pasillo es largo y cuando llego al baño estoy un poco más lúcida y me digo a mi misma que me he bañado en la playa en marzo, y en agosto a las 8 y media de la mañana y a las 10 y pico de la noche, cuando ya ha oscurecido, soy toda una chicarrona del norte así que derechita a ducharse y sin rechistar.
Una vez duchada, vestida y habiendo desayunado, salgo a la calle, el frío me golpea en la cara. Pensamiento positivo, me digo, esto va fenomenal para la piel. Los 900 metros que separan mi casa del trabajo son una sucesión de pensamientos totalmente absurdos, pero no lo puedo evitar, es lo que se me viene a la cabeza en esos momentos, algunos ejemplos son los que siguen:
- Madre del amor hermoso! qué dolor tengo en los dedos de las manos, yo creo que van a tener que amputar. Pues menuda gracia, sin dedos no puedo teclear en el ordenador. ¿Me darán una baja permanente por esto? Buff, acabo de empezar no va a caer nada bien una baja y menos de ese tipo.
- La peña de los países nórdicos o Rusia, beben Vodka como si fuera agua sólo para entrar en calor. Lo mismo si me tomo un lingotazo o un carajillo, ahorro tiempo y esfuerzo. Aunque claro, no bebo nunca ni gota de alcohol. Mi cuerpo no está acostumbrado, me emborracho fijo y tampoco es plan de llegar haciendo "eses" y vomitando a trabajar.
-No paro de temblar, me voy a tener que estampar una camiseta que diga: "Tengo frío, no Parkinson".
Sí, se que son estupideces como un piano de grandes, pero es lo que me viene a la cabeza cuando tengo frío y estoy recién levantada. Además, a todo el mundo le vienen en algún momento del día a la cabeza chorradas de este tipo, lo que pasa es que no dejan constancia por escrito como estoy haciendo yo. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Como hay que verle el lado positivo a todo (yo desde luego que no lo suelo hacer, pero voy a intentar cambiar), le he encontrado dos:
1) El frío va genial para la piel. Ramoncín se lava la cara todos los días con agua helada y Sofía Mazagatos metía la cabeza en el congelador cinco minutos (obviamente, lo de Ramoncín no se debe sólo al frío, alguna ayuda quirúrgica hay). Pues gracias a vivir aquí, voy a tener frío en la cara sin necesidad de hacer el gilipollas como la Mazagatos.
2) El estar tiritando continuamente hace el mismo efecto que las cosas esas que anuncian en la teletienda que dan descargas, contraes los músculos y es como si hiciera abdominales. Voy a conseguir la tableta de chocolate antes de lo que había calculado.
Para los que no lo sepan, Ourense es tierra de contrastes climatológicos y, en verano, se convierte en la sartén de Galicia y el calor se vuelve insoportable, por lo que no será de extrañar si en junio edito una entrada que sea: Crónica de una forastera en Orense. Capítulo xxx: ¡Dios! que calor hace en esta ciudad.

12 comentarios:

nur dijo...

Sister! Veo que has llegado a la conclusión de que el frío conserva asi que a sufrir toca, mira que quejarse una chicarrona del norte como tu.
Seguro que eres del sur de Pontevedra, que desastre.
Como me de a mi por escribir todo lo que se me pasa por la cabeza cuando me levanto...
Me alegro que todo vaya viento en popa
Un beso

Moder dijo...

Jiji... pobrecita. Yo el frío lo llevo fatal, pero peor el calor de agosto. No me quejo porque en eso Barcelona es bastante benevolente (en el frío, que el calor es insoportable).

¿Y no pones un radiador en el baño? Yo me levanto 10 mins antes, lo conecto y luego no es tan terrible sacarse la ropa ;-)

Y finalmente, más bien piensas cosas inteligentes. Yo con frío sólo pienso palabrotas.

Anónimo dijo...

Querida sobrina, para el frio lo mejor es una buena calefaccion y aislamiento en la construccion de las viviendas.Tu tio anonimo noruego solo pasa frio en España. Ah ! y los guantes con deditos no resguardan tan bein como unas buenas manoplas de lana. Quieres que te las envie? Por aqui ya va subiendo algo la temperatura , Hoy ya teniamos 5 bajo cero por la mañana al irme a trabajar , que gusto! comparado con los -18 de la semana pasada.Un beso .

María_MC dijo...

Sister: una cosa quede bien clarita, no soy del sur de Pontevedra, soy de Pontevedra Capital (única e irrepetible). Pero también te digo que ya no soy lo que era, antes era bastante más desabrigada, supongo que la edad no perdona. Beso

BlackBetty: sin duda alguna, las ciudades que están pegadas al mar tienen una climatología privilegiada. El mar suaviza una brutalidad las temperaturas. Yo no diría que lo que pienso sean cosas inteligentes, más bien idas de olla muy grandes. besiños

Querida tía: anoto la sugerencia de las manoplas, si tú lo dices lo creo a pies juntillas, que de temperaturas extremas podrías darme un Máster. Todo sea por sentir los dedos cuando llego al trabajo, es que hay días que siento verdadero dolor en los huesos de las manos. Mira, sólo de leer las temperaturas que os gastais por allí, creo que mi temperatura corporal acaba de bajar un par de grados más. Estais hechos de otra pasta, desde luego. 1 beso

AtHeNeA dijo...

Supongo que nunca se puede decír de este agua no beberé pero te aseguro que publicar un libro no está entre mis proyectos en la actualidad, m´´as bien como puedes comprobar por la hora mis textos son producto del develo, de todas formas y de producirse tan inhóspito acontecimiento tu serñias de las primeras en tener un ejemplar, soy conscien te de que te lo debo por ser una de mis mas fieles seguidoras.
Muchas gracias.
salu2 desdde isla de luz donde siempre serás bien recibida.
Pd: en breves voy a ir a valençA do Minho,posiblemente me acordaré de tus pantuflas si veo algunas por alli.

Tanais dijo...

jajajajajajaja me has hecho reir mucho! vaya cosas piensas jajajaja pero que diré yo! ahora que si tu crees q se te va la olla, a la sofia mazagatos ni te cuento!!!! ajajajajajja

María_MC dijo...

AtHeNeA: las pantuflas esta son como calcetines que van en pack con el pijama a juego con él. Y sobretodo no te rías de ellas, porque no sabes dónde vas a acabar trabajando, que te sirva mi ejemplo. saludos

Tanais: todo tiene una explicación científica, se me congeló literalmente el cerebro. De ahí esos pensamientos tan míos. Te repito que cuando leo algunos de los que tú tienes, me siento totalmente identificada porque de verdad que yo muchas veces los tengo muy parecidos ante situaciones similares. Sofía Mazagatos, a raiz de meter mucho la cabeza en el congelador, seguro que fue luego cuando dijo lo de esar "en el candelabro" y no en el candelero. Frase célebre que pasará a la historia junto con la de "Sigo mucho a Vargas Llosa aunque no he leído nada de él" (o algo así era). 1 beso

Adicto tv dijo...

Me encanta lo que dicen sobre que el frio es psicologico, te lo dicen cuando te ven tiritar... y lo peor es que te lo dicen en serio... y el frio es fisico, psicologico y de todo...
Me gusta lo que has puesto de "Ya que has leído tendrás algo que decir, digo yo" muy original;)

Amanita Phaloides dijo...

María, estamos a un paso de llevar bragas de lana, con los calcetines a juego, por supuesto, con los calcetines a juego...

María_MC dijo...

Adicto tv: ¿Verdad que si? te ven aterida y te sueltan lo de que el frío es psicológico. Dan ganas de tirar al "valiente" a un lago helado y cuando te pida ayuda decirle: "Pero si el frío es psicológico" ;)

Amanita: no estoy a un paso, ya estoy a un cuarto de paso, ayer viernes a -2 ºC a las 7 y media de la mañana cuando iba andando al trabajo. Y luego en junio a 42. Clima Rías Bajas forever and ever.

Xose dijo...

Yo viví allí en 1996-97, una breve temporada con una relación que tuve (abuelo cebolleta parezco) y madre mía, es lo que se me quedó grabado, el frío que hacía, y que no se iba hicieras lo que hicieras. Ni aunque te hipnotizasen podrías dejar de sentirlo. Eso sí que era real. Biquiños, y viva el Sur!

María_MC dijo...

Xose! qué alegría tenerte de vuelta. Amén a lo de viva el sur. Soy toda una señorita das Rías Baixas y esos graditos de diferencia (de frío o de calor) los noto una barbaridad!!!
Bicos para tí también

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Ya que has leído tendrás algo que decir, digo yo.