martes, 5 de octubre de 2010

Situaciones absurdas de mi vida cotidiana. Capítulo IV: la mala combinación lluvia+coche.

Antes de empezar con el asunto concreto que voy a tratar, una pequeña aclaración. Soy una persona extremadamente responsable al volante. NUNCA hago una maniobra de riesgo y las que no tienen riesgo (como por ejemplo un mero adelantamiento por una carretera de doble sentido) no las hago a menos que las vea 100% seguras. Ahora bien, la velocidad me encanta y si la máxima permitida es 120 km/h las condiciones de la carretera y meteorológicas son óptimas y no hay ningún tipo de peligro, nunca me veréis a 119. Siempre dentro de la ley. De todos modos la cabra tira al monte y yo soy hija de mi padre. Y ahora ya no tanto, pero de joven me consta que no era de los que iban pisando huevos precisamente. La genética me ampara en este asunto. Y ahora a lo que vamos.

Es otoño y estamos en Galicia lo cuál implica que semana sí semana también, estaremos bajo la amenaza de temporal por lluvia y viento. Seguro que habrá algún notas que lo achaque al cambio climático que, haberlo hailo, pero éste no es el caso. Aquí la meteorología otoñal es así de toda la vida.
Este último fin de semana fue uno de esos de los que yo llamo "café y manta" llovía a mares y no se podía salir de casa. Pero claro, llegado el domingo por la tarde a pesar de estar como una reina en casa en Pontevedra y de las inclemencias del tiempo, una servidora debía emprender rumbo hacia Ourense que hoy había que trabajar. Lo peor del viaje de vuelta ¿la lluvia? ¿el viento? ¿un árbol caído en medio de la carretera? NO, la brasa que me dieron mis padres todo el santo fin de semana con la precaución al volante, que incluyó un parte meteorológico detallado cada hora y un par de situaciones absurdas. Como viene siendo habitual en estos casos, de color azul todo aquello que pienso y no digo. Ya sabéis como funciona esto.

Situacion 1:

Llego el viernes por la tarde-noche a casa y se me recibe así:

Padres de María_MC: ¡Hola cariño! (beso) ¿qué tal el viaje? (beso al otro progenitor). 
María_MC: Muy bien, como siempre.
P. M. ¿Viniste por la carretera general o por la autovía? (Beso a mi hermana).
María_MC: ¿Otra vez? Pero si lo saben de sobra que es el mismo cuento cada fin de semana. Tranqui que acabas de llegar, es muy pronto para una discusión bizantina. Por la general, ya sabéis que si no hay curvas, me aburro.
Dirijo mis pasos hacia la habitación del fondo del pasillo para dejar la maleta y no he llegado cuando oigo:
P.M: Pues dan temporal de lluvia y viento para todo el fin de semana, así que el domingo cuando marches ten cuidado y vete despacio.
María_MC: Genial, no he dejado la maleta y ya estamos hablando de cuando me marche. ¡Hogar, dulce hogar! Vale.
P.M. Y ahora está bien pero cuando empiece el frío mejor que no vayas por la general que el Paraño estará helado, vete por la autovía que la tienen más cuidada.
María_MC: Y también por la autovía tengo únicamente 3 sitios para parar en 130 km y por la general hay un bar cada 100 metros (aclaración: en Galicia la población está muy dispersa. Tres casas ya es un núcleo poblacional y cuatro una parroquia. Los pueblos no están delimitados. Nunca deja de haber casas). Vale, papá.

Ya véis. No tuve tiempo de quitarme la cazadora y ya se me esté adoctrinando, no sólo para el viaje de vuelta, sino para dentro de mes y medio más o menos. Y yo aguantando el tipo sin meterme con nadie. He madurado un montón, estoy orgullosa de mí misma.

Situación 2:

Sábado después de comer, la lluvia arrecia. Mi madre está durmiendo la siesta con la radio de fondo y debieron dar el parte meteorológico. Yo estaba viendo Brothers and Sisters en mi ordenador cuando oigo un alarido desde el otro ala de la casa.

Madre María_MC: ¡¡¡¡Maríaaaaaaa!!!!!!!
María_MC: Pues si tú no te levantas y gritas, yo aquí me quedo sentadita en la butaca. Así que a gritar toca. ¿¿¿¿¿¿Quéeeeeee???????
Mami: ¡¡¡¡¡¡Que mañana va a llover mucho y que va a haber mucho viento!!!!!!. ¿Dónde he oído esto yo antes? Estoy teniendo un deja vu brutal.
María_MC ¿Y? ¿Qué pretendes? ¿que me quede aquí y no vaya a trabajar el lunes? Seguro que a mi jefe le encanta eso de que no voy porque hace viento. Voy a hacerme la tonta a ver con qué me sale ahora. La próxima vez que llueva un poco fuerte no vengo el fin de semana, ya verás como empezamos a cambiar el discursito de marras.
Mami: Pues que respetes la distancia de seguridad y que vayas despacio.
María_MC: ¿¿¿¿¿¿¿¿ ???????????? ¿Lo Cualo? Eso hay que hacerlo aunque no llueva y no sople el viento. ¿Por quién me has tomado? Punto, set y partido para mí.

Situación 3:

De ahí a media hora, papi hace su entrada en escena.

Papi: Oye, que dice La Voz de Galicia que además de lluvia, va a haber viento. ¡No fastidies! ¡No estaba previsto! Esto se sale totalmente del guión. ¿Porque nunca nadie me dice nada?
María_MC: (Miro por encima de los cristales de las gafas). Ya, algo había oído, sí. ¿qué le voy a hacer papá?
Papi: Pues que agarres bien el volante que a ver si se te va a ir el coche con el viento. ¡No me lo puedo creer! ¡Tengo una licenciatura, dadme un voto de confianza por el amor del Boss! Sí que he madurado. Tengo la réplica borde en la punta de la lengua y aguanto como una campeona.

Situación 4: la traca final.

 Que conste que hubo alguna más, incluída una clase por teléfono de conducción segura por parte de mi abuela. Esa persona que lo más cerca que ha estado de tocar un volante es cuando va en el asiento del copiloto y se pone el cinturón.

Domingo después de comer. Hago la maleta.

Papi: ¿Ya marchas?
María_MC: Sí.
Papi: Pues es la mejor hora. Márchándote a las cuatro, está todo el mundo de sobremasa. Además, que ahora mismo está amainando. Entra otro frente a última hora de la tarde pero porla costa y tú vas hacia el interior...
María_MC: Ya, bueno es que tengo cosas que hacer allí ¿sabes? la hora es lo de menos. Me iría de buena gana más tarde. Ya he conducido con lluvia a mares, no me agrada pero tampoco me asusta.

Ya en el ascensor.
Papi: ¿Vas así? ¿No tendrás frío? Aclarar que iba con un pantalón de deporte corto, camiseta y sudadera.
María_MC: Pero si voy de garaje a garaje. ¿qué frío voy a tener?
Papi: Bueno mujer, ¿Y si te tienes que bajar del coche por cualquier cosa? (Como evitamos decir "si te pasa cualquier cosa..." ¿Eh?) ¿Vas con esa pinta? Se acabó, esto pide una ironía a gritos:
María_MC: No es para tanto. Además, que si tengo que cambiar una rueda o algo, conseguiré más ayuda si enseño pierna ¿no? Está todo pensado, papá. Estadísticamente es más probable encontrarme a un caballero español en una gasolinera que a una mujer. Todo forma parte de mi plan de S.O.S. No te preocupes, sé cuidar de mí misma. ¿Qué? ¿Me acompañas al garaje y me ayudas a bajar las cosas?

La ceja de mi padre cobró vida propia. Primero se levantó y luego bajó para acabar en ese ceño fruncido que le ha dejado una arruga horrorosa en el entrecejo (dicho sea de paso). Me echó su mirada de: ¿No puedes contestar como una persona normal? Finalmente dijo, deja que te ayude con algo.

Por cierto: ¡menuda carrera de meteorólogo se truncó con mi padre! Ni amainar, ni leches. Una mierda de tiempo hasta 15 km antes de llegar a Ourense. Árbol caído incluído.

5 comentarios:

Mi bici y yo dijo...

Todo eso como que me suena, lo más gracioso es que yendo sóla jamás me ha pasado nada y sin embargo una vez con mi padre me rocé con otro coche porque me pone de los nervios, de copiloto no calla ni debajo del agua!!!!!

Que somos chicas, no retrasadillas

Vamos a relajar ya, sobri

Besitos

Moder dijo...

Jajajaja, ay nena, perdónalos, no saben lo que dices... son padre y madre a pesar suyo y siempre serás la nena a la que hay que cuidar. Me recuerda a mi madre cuando viene a visitarme: tras 6 años viviendo a miles de km me pregunta 100 veces si llevo llaves y jersey.

AtHeNeA dijo...

La preocupación de unos padres no tiene límites, no obstante yo voy ausurpar su papel y decirte ....... da otro temporal para este finde... ve con precaución amiga conductora!
un beso

Maria dijo...

Es lo que tienen los padres, ¡qué se le va a hacer! Yo ya hace tiempo que me he resignado a estar hablando por teléfono con mi madre, a unos cuantos kilómetros de distancia, y escuchar frases tipo "¡Te has fijado la hora que es allí y todavía levantada!" "¿Has comido fruta?" y otras parecidas. Suelo contestarle con un "¡ahora entiendo yo por qué me fui a vivir tan lejos!".

Por lo que veo, en esto, todos los padres y madres son iguales. Como dice una amiga mía "es que eso se lo enseñaban en los cursillos prematrimoniales".

Un beso

María_MC dijo...

Respuesta para las cuatro: en el momento me enfado, pero en el fondo (muy en el fondo) me hacen gracia esta clase de atenciones. Ya está, ya lo he dicho.

Publicar un comentario

Ya que has leído tendrás algo que decir, digo yo.