lunes, 6 de septiembre de 2010

Experimento sociológico: tarde de compras.

Primer día de septiembre en el que no está tiempo de playa ¿qué hacer? pues ir de compras con vistas a preparar la próxima llegada del otoño. Aunque me cueste admitirlo, tengo que reconocer que, aunque Pontevedra tiene muy buen comercio, en lo que a grandes superficies o marcas habituales se refiere, se encuentra más variedad en Vigo. Los que me concen, saben el gran esfuerzo que acabo de hacer escribiendo esta última frase, pero presumo de tener una visión bastante objetiva de lo que ocurre a mi alrededor, así que ¡ale! lo escrito, escrito está. No le demos más vueltas al asunto y, sobretodo, no me hagáis repetirlo.

En fin Pilarín, a Vigo que nos dirigimos. Quise tomarme la tarde cono algo más que comprarme trapitos de cara al otoño/invierno 2010-2011, que también ¿a quién pretendo engañar?. El objetivo era observar los hábitos de conducta en los comercios de la peña y particularmente los míos. Me explico: todos hemos leído en alguna ocasión alguna entrevista con el famoso o famosa de turno en el que confiesa alguna prenda fectiche, con la que pierde el autocontrol a la hora de comprar. ¿Cuál es la mía? ¿A dónde se dirije mi vista inconscientemente cuando pongo medio pie en una tienda? Lo de observar a la concurrencia no era, en principio, parte del experimento sociológico. Es uno de mis hobbies cuando me encuentro en medio de una multitud más o menos grande, pero hoy sirvió para que formulase un par de mis famosas "teorías de la vida". 

Dicho esto, ahí van las conclusiones. Primeramente las que a mí se refieren:

- Entre prendas que únicamente difieren entre sí en el color, mis ojos se posarán de forma inmediata en la de color azul. A no ser que se trate de jerseys o chaquetas en cuyo caso será gris (casi siemrpre claro). Y lo mismo con complementos, ya sean relojes, pañuelos...azul que te quiero azul (en cualquiera de sus tonalidades a excepción del fosforito, odio cualquier cosa fluorescente).

- Me van más los vaqueros de tonalidades oscuras que claras, aunque hoy a la tarde la cosa en empate a uno entre claros y oscuros.

- No puedo ver delante unos pantalones acampanados: o rectos, o pitillo.

- Tengo un verdadero problema de autocontrol con las camisetas, tenis y las pashminas. Sobretodo con las camisetas. Lo de comprar camisetas está resultando un verdadero reto últimamente puesto que no las quiero ni con tachuelas, ni purpurina, ni flores. Eso que me ahorro.

- Siento verdadera debilidad por los pantalones cortos de correr.

- Es una suerte tener tan clara mi talla de sujetador, sufro con la sóla idea de tener que probarme varios. ¡Menudo coñazo, por Dios!

- Es curioso que piense en comprarme unas manoplas cuando voy en manga corta y tengo un grado de moreno muy considerable. Hasta lo reconoció mi madre, bueno sus palabras exactas fueron algo así: "Hija, este año estás morenísima. Tienes la cara negra a pesar del factor 50 de protección. Es una pena que dentro de dos meses estés blanca cadavérica. Deberías invertir en algo de maquillaje". A continuación, anuncio momento irónico (wait for it...): "Es justo en lo que estaba pensando, mamá". Como diría la abuela "Xa o decían as leiteiras por ahí abaixo"

Y hasta aquí, lo que se refiere a mis hábitos personales de compra, ahí va lo que observé en la gente que me rodeaba.

- A la peña le molesta la ropa en el armario, o está desesperada por lucir las nuevas adquisiciones. Estábamos como a  25 ºC, o sea, un temperatura de lo más veraniega. Pero como estaba nublado y es septiembre, pues nada a sacar del armario chupas, botines, pashminas. Pues no iba a ser tan descabellado lo de las manoplas.... Yo por ahí no paso, de hecho el año pasado tenía para estrenar un abrigo y la chupa de cuero y no lo hice hasta finales de octubre porque no hacía frío. Creo que fue la primera vez en mi vida que recé para que bajasen las temperaturas. Si no hace frío, no hace frío y punto pelota.

- Se va de compras y entre medias se para comprar gofres o un heladito en el McDonals y claro, luego a hacer verdaderos malabares entre bolsas, ropa a probarse, bolso, el piscolabis de turno y venga a pasarse cosas entre las 6 personas que conforman el shopping group.

- Si en algún comercio hay muestrario de colonias, se prueban ABSOLUTAMENTE TODAS, (incluso alguna de hombre, ya que están ahí a disposición del consumidor, pues se aprovecha) da igual que la mezcla sea tan empalagosa que den arcadas.

- Todo comercio que se precie tiene que poner en algún momento " Sick of Love". Era una canción que, personalmente ni fu ni fa. Estaba bien para echar unos "dances". Después de esta tarde, la odio profundamente. Es que por lo menos la escuché 15 veces.

Y, hasta aquí, seguro que cuando vuelva a salir de compras se me ocurre alguna que otra más. ¡Ah! se me olvidaba. en el parking de "El Corte Inglés" tuve una alegría. Mirad lo que había escrito en una columna:






En el mismísimo Corte Inglés, en el corazón de Vigo. Como seguidora incondicional de Dépor y Pontevedra C.F. (que por cierto ganó ayer), no quepo en mi de gozo. Los turcos llegamos a todos lados.



P.D. Muchísimas gracias por todas vuestras felicitaciones de cumpleaños, hicieron que el hecho de hacerse mayor fuese un poco menos terrible.

5 comentarios:

Mi bici y yo dijo...

Camisetas también tengo miles y por supuesto como las que describes: sin adornitos cursis, de todas formas mis prenda fetiche es más la camisa que la camiseta, no tengo tantas como camisetas por una cuestión económica pero me privan. ¿Y el color? soy más de verde que te quiero verde, mira tú por dónde, jeje

Besos, sobri

PD: estoy esperando que me vengas a lavar el Polito, jajaja

Maria dijo...

¡Un post lleno de verdades universales! Además, muy divertido.

¡Ah! Yo soy de las "pruebacolonias". Y no sé para qué; porque... cuando descubro que la que llevo en el dedo índice de la mano derecha es exactamente lo que andaba buscando... ¡no me acuerdo de qué colonia era esa!

Besos

Moder dijo...

Ays, te envidio, yo ODIO ir de compras, lo hago una vez al año cuando es muy necesario y siempre sola, no soporto que nadie me presione y confío más en mi opinión sobre como me quedan las cosas...

Y luego para estrenar soy un desastre, tengo una falda monísima guardada hace un año. No me la he puesto porque es demasiado mona para cualquier día pero demasiado sencilla para algo elegante.

En colores... azul, también, pero más turquesa que otra cosa. Y lila... ahhhh, colores tan bonitos :-)

María_MC dijo...

Mi bici y yo: decía mi abuela (y era la sabiduría hecha persona) que "la que se viste de verde por guapa se tiene". A mi también me gusta mucho ese color pero yo no decido a dónde se dirigen mis ojos jejeje.
Yo soy más de camisetas, a pesar de que ya hay alguna que otra camisa colgada en mi armario.
1 bsiño tita.

María: tocalla, he de confesarte que yo también era delas que probaban colonias por doquier, hasta que un día se me fue la mano y tuve a mi padre refunfuñando todo el camino en coche y bajando todas las ventanillas porque decía que no se paraba con el empalague que había. Mi orgullo sigue herido desde aquella pero me sirvió para dejar de hacerlo.
Otro besiño para tí.

BlackBetty: yo también odiaba ir de compras, pero he evolucionado de cierta manera y le ha ido cogiendo el gustillo. También te digo que no aguanto más de dos horas sin parar para tomar un café. Si no hay café, no sigo y me voy derechita para casa.
Estoy contigo en lo de que nadie me presione, pero suelo rodearme de gente que todavía se para más que yo, así que siempre es con tiempo y calma. Tampoco soy de estrenar las cosas inmadiatamente después de comprarlas, rarezas que tiene una ;)

Moder dijo...

Creo que tal vez cuando tenga un buen salario acabaré por disfrutarlo, jajaja, porque me encanta tener ropa nueva, lo que me da pereza es ir a buscarla

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Ya que has leído tendrás algo que decir, digo yo.