lunes, 1 de noviembre de 2010

"La red social" de David Fincher

Colofón perfecto para un fin de semana largo que empezó con una cena el viernes con los compañeros y amigos del trabajo, seguido de 48 horas en total estado vegetativo para recuperarme de las últimas dos semanas que fueron durillas en el plano laboral. Bueno, duras no es la palabra, la palabra es "agotadoras" o "extenuantes". Salvo para dormir, me puse los vaqueros de "andar por casa" y no me los quité para nada, consagrando el fin de semana de lluvia a mansalva (¡oh! qué raro) a ver series, películas y lectura.

De vuelta a Ourense, decidimos ir al cine a ver "La red social". No fue una decisión espontánea, se habló el otro día viendo mujeres ricas. Tanto el día propio como el día antes, cuando nadie se dio cuenta que La Sexta, había decidido cambiar el día de emisión.
La peli nos gustó a todos. Nos pareció muy entretenida y, teniedo en cuenta que éramos cinco y que cada uno somos de nuestra madre y de nuestro padre, es un síntoma de que que llega a todo tipo de público.

A estas alturas, supongo que no hará falta que cuente de forma pormenorizada de qué va la película. Quién más y quién menos habrá leído, oído o visto algo sobre ella.  Basada en una historia real y tomando como punto de referencia el libro "Multimillonarios por accidente", en ella se narra la historia de cómo Mark Zuckerberg (Jesse Eisenberg), genio de la informática para unos y friki antisocial para otros, pasó de ser un don nadie en los pasillos de Harvard al multimillonario más joven de la actualidad por haber tenido la brillante idea de inventarse la archiconocida red social Facebook.

En el largometraje se simultanean imágenes de la creación de la empresa desde sus cimientos hasta el espectacular crecimiento que tuvo en muy poco tiempo, con otras en las que se muestra las dificultades legales a las que debe de hacer frente el protagonista en forma de dos demandas: una por parte de dos hermanos compañeros de universidad que lo acusan de haberles robado la idea y otra por parte del cofundador, director financiero de la empresa y, casualmente, la única persona con la que podría decirse que mantiene una relación de amistad real. Éste lo acusa de haberle robado su participación en la empresa. El que sienta curiosidad por saber más, ya sabe lo que tiene que hacer.

Me parece curioso el tratamiento que se le da al protagonista. Desde el minuto cero se deja claro que es un ser totalmente antisocial, no tiene amigos, no sabe interactuar con la demás gente con la que no se corta un pelo a la hora de dedicarle todo tipo de ironías e improperios. Pasa olímpicamente de todo y de todos y, paradójicamente y gracias a la magia de Internet, en una noche de borrachera pone la primera piedra para crear la mayor red social que sirve para que personas de cualquier lugar del mundo puedan relacionarse entre sí. Algo irónico sí que es ¿no? Definitivamente este presonaje no está construído para caerle bien al público, Jesse Eisenberg lo captó a la perfección y nos proporcionó con sus gestos, miradas y demás al empollón insufrible que se esperaba de él.

Además de porque soy consumidora habitual de redes sociales y, por tanto, el tema me produce una gran curiosidad, dos son las razones principales por las que quise desde un primer momento ir a ver esta plícula: dirección de David Fincher y guión de mi idolatrado Aaron Sorkin. A aquellos que esperen ver las señas de identidad de Fincher a lo largo de toda la película, ya les adelanto que no va a ser así. Decir que es una película en la que el peso lo lleva totalmente la historia y no la forma en la que se nos hace llegar. Predominio claro del mensaje sobre el mensajero.

Y nada más, es una buena película que, en mi opinión, no llega a la categría de grande pero sí a la de muy entretenida. ¡Ah! se me olvidaba. Pensé que habían sido paranoias mías, pero en el coche una vez había acabado la peli ví que no había sido la única en pensarlo. ¿Qué narices le hicieron a Justin Timberlake con el maquillaje? Está amarillo, parece que padece del hígado y le echan un pilón de años encima.

2 comentarios:

Mi bici y yo dijo...

Féizbu? redes sociales? eso qué es????????? ah, sí, donde cuento la mitad de mi vida, la otra mitad la cuento en el blog porque lo que no está colgado en ninguno de los dos sitios yo creo que no existe

Pues igual voy a verla, ya te diré

Besos, sobri

Nebulina dijo...

La tengo que ver...a ver si saco un rato :)
Un beso!

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Ya que has leído tendrás algo que decir, digo yo.